Bueno, ahora resulta que no puedo ni bloggear tranquila porque me stalkean hasta por acá (?).
Nada, eso.
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Qué paja todo, loco. Posta. Más que nada el tema de mis viejos.
Sí, loco, se separan, y esta vez parece que es definitivo, y lo digo porque la casa está en venta hace unos meses.
Un horror.
La peor parte ahora es que
me toca decidir con quién vivir, porque, aparentemente ya soy grande, y mayor de edad y puedo decidirlo. La verdad
es algo que no quiero hacer y que me pone muy mal.
Tengo que poner demasiadas cosas en la balanza, y siento que si elijo lo que tengo en mente quedo re egoísta.
Por un lado
sé que no puedo vivir sin mis hermanas, ni madre, pero por el otro sé que si mi elección es esa
no voy a poder tener un espacio propio, mío, donde puedo tener mi quilombo y mis cosas.
Además,
no quiero que mi viejo quede solo.
Lo amo demasiado, y, en parte, creo que nos llevaríamos relativamente bien.
No sé, últimamente
vengo viviendo momentos con él que me encantan y me hacen sentir genial.
Quiero que el pobre alma que esté leyendo esto sepa que estoy llorando.
No quiero pensarlo hasta que llegue el momento, pero vivo pensándolo, no voy a mentir.
Además, sé que cuando el momento llegue va a ser todo tan rápido que ni tiempo para pensarlo voy a tener.
Kill me. Kill me now.