miércoles, 13 de mayo de 2009

Untitled.

Nada nos hace crecer tanto como el dolor infligido por la pérdida de un ser amado.

Todos somos fuertes hasta que llega algo que nos obliga a detenernos y pensar.

La amistad no se mide en años, sino en los hechos que se dieron.

Cada uno es según su manera de enfrentar la vida.

No existe la verdadera felicidad, sino el puro conformismo de pensar que todavía puede ser peor.

Nada golpea tanto el alma como la traición, sobre todo aquella provocada por alguien por el que te hubieses quemado en la hoguera.

El vaso está siempre mitad vacío (no sólo por pesimismo, sino porque siempre podemos aspirar a tener un poco más).

Todos merecemos una segunda oportunidad.

Cuando creas estar mal, recordá que siempre hay alguien que está peor.

Todo tiempo pasado fue mejor.

La verdad no ofende, sí hiere. (De todos modos creo que todos preferimos escuchar la verdad).

Perdonar es, a veces, más difícil que pedir perdón.

De dónde salió esto? La verdad no sé. El título era "Cosas que me Enseñó la Vida", pero me di cuenta que era muy pesimista, y no soy así (?). O sea, sí, pero, bueno, el título no es el apropiado.

Esto continuará, supongo yo..
Kiss!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo sé no es nada fácil pedir o poder dar perdón, pero sería mas fácil que poderme olvidar de vos (8)